sábado, 14 de mayo de 2016

Día 135 La doctrina del perdón



Mateo 6:14.......Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.
 
Jesús, nuestro Señor, nos enseñó la doctrina  del perdón con relación a nuestro prójimo como algo básico para nosotros poder recibir la gracia del perdón de Dios. Algunos escritores le han llamado la regla de oro.   ¡Si tú no perdonas, Dios no te perdonará!

Perdonar significa disculpar a alguien que nos ha ofendido o no tener en cuenta su falta. En la Biblia, la palabra griega que se traduce “perdonar” significa literalmente “dejar pasar”, como cuando una persona deja de exigir que se le pague una deuda. Jesús usó esta comparación al enseñar a sus discípulos a orar.

Perdonar es una orden de Dios. No hay opción. Tienes que perdonar. El primer beneficiado eres tú. Al perdonar te desatas de la persona que te ofendió, y das campo a la acción de Dios en tu vida. Recuerda, todos hemos ofendido a Dios y todos  necesitamos que Él nos perdone.

Perdonamos a otros cuando dejamos de guardar resentimiento y no insistimos en pedir una compensación por el daño que nos hayan hecho o por la pérdida que hayamos podido sufrir. La Biblia enseña que el perdón se basa en el amor sincero, ya que el amor “no lleva cuenta del daño.” (1 Corintios 13:4, 5).

Mateo 5: 38 dice: "Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente. Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra;  y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa; y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos. Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses.”    

"Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos."

"Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publícanos?   Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles?  Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto."

Perdonar no significa aceptar el pecado ni la ofensa; es comprender que el que peca no sabe lo que hace, pues no conoce a Dios. Si alguien te hace daño no significa que debes continuar recibiendo daño ni estar al lado de esa persona. Es tu corazón el que debes guardar. Jesús decía, estando en la cruz, “Padre, perdónalos que no saben lo que hacen.” Debemos buscar el perdón de Dios y perdonar al que nos ofende.

Declaración 
Hoy decido perdonar al que me ofendió, al que me robó, al que me abandonó, al que hizo daño a mi familia. Me declaro libre de toda atadura. Comprendo que el que hace daño a otro no ha conocido a Dios. Ruego por esta persona para que conozca a Cristo Jesús.



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