jueves, 2 de junio de 2016

Día 153 El tabernáculo



Apocalipsis 2 ..........Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo 
estará con ellos como su Dios..:

Cuando Dios quiso revelar proféticamente en el antiguo testamento a Cristo, usó figuras. Una de esas figuras fue el tabernáculo.

Éxodo 25:8 dice: "y harán un santuario para mí, y habitaré en medio de ellos. Conforme a todo lo que yo te muestre, el diseño del tabernáculo, y el diseño de todos sus utensilios, así lo haréis.” El verso 22 dice "Y de allí me declararé a ti, y hablaré contigo."

Durante cuarenta años (el tiempo que los israelitas estuvieron en el desierto) Dios habitó en el tabernáculo. Una nube reposaba sobre éste de día, guardándolos del sol y en la noche se convertía en columna de fuego para alumbrar el camino de ellos, guiándolos y dándoles calor, pues la temperatura bajaba.

En medio de esa nube y de esa columna estaba Jehová, el Señor. El tabernáculo era el templo o habitación del Dios todopoderoso en la tierra.

En su primera venida a la tierra, Jesús fue ese tabernáculo, fue el templo; su cuerpo fue morada del  Espíritu Santo.

Al subir Jesús a los cielos, envió su Espíritu a la tierra para que hiciera morada en los creyentes (1 a Corintios 3:16 dice: "¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?
Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es.”

Dios nos considera a cada uno de nosotros como un templo (Tabernáculo) de Su presencia. Es decir, que somos morada de Dios porque el Espíritu Santo vino a morar dentro de nosotros.

El estudio del Tabernáculo nos ayudará  a examinar cómo está la morada de Dios, y  nos revelará cómo está la condición espiritual de nuestra relación con Dios.

Así como el pueblo de Israel recibió instrucciones por medio de Moisés para la construcción del Tabernáculo, hoy día los creyentes asistimos a la iglesia a recibir las instrucciones de Dios para la construcción de nuestro Tabernáculo. En 1 Corintios 3:10-15, la Palabra de Dios nos exhorta a que pongamos mucho cuidado en la edificación de nuestro templo.

Declaración
Gracias, Señor, por habitar dentro de todo aquel que dispone su corazón para recibirte. Declaro que me guardaré en santidad y en pureza. Seré obediente a tu palabra. Quiero que estés conmigo todos los días de mi vida

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