Exudo 25:31.......Harás además un candelero de oro puro; labrado a martillo se hará el candelero; su pie, su caña, sus copas, sus manzanas y sus flores, serán de lo mismo. Y saldrán seis brazos de sus lados; tres brazos del candelero a un lado, y tres brazos al otro lado. Tres copas en forma de flor de almendro en un brazo, una manzana y una flor; y tres copas en forma de flor de almendro en otro brazo, una manzana y una flor; así en los seis brazos que salen del candelero; y en la caña central del candelero cuatro copas en forma de flor de almendro, sus manzanas y sus flores
Hay distintos métodos para elaborar una pieza en metal. La forma más común es la fundición. Se elabora previamente un molde, luego se funde el metal y luego se vacía en el molde, tomando éste la forma diseñada con anterioridad.
Un segundo método es tomar el metal en bruto, tal como está y, mediante golpes con un martillo, darle la forma que el artesano quiera. Este método se llama la forja. Este fue el método ordenado por Dios para fabricar el candelero: "Harás además un candelero de oro puro; labrado a martillo."
El candelero tipifica a Jesús, nuestro redentor verdadero, hombre, nacido de mujer, el cual fue duramente golpeado. Cada golpe recibido forjaba en Él nuestra salvación. Esos golpes eran para cada uno de nosotros.
Isaías 53:6 dice: "Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros." El verso cinco dice: "Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él."
Dios ordenó construir un candelero de siete lámparas de oro puro, de una sola pieza forjada a golpes. El oro tipifica la divinidad, la pureza de Jesús. La lámpara tipifica su cuerpo golpeado por nuestros pecados.
Una vez terminado el candelero, éste sería lleno de un aceite de olivas machacadas y sería encendido para que alumbrase el "Lugar Santo."
"Habló el Señor a Moisés, diciendo: Habla a Aarón y dile: Cuando enciendas las lámparas, las siete lámparas alumbrarán hacia adelante del candelero."
Jehová nuestro Dios quiso enseñarnos de la obra de Jesús y del Espíritu Santo.
Ahora ese candelero tipifica también al creyente lleno del Espíritu Santo. Dios alertó a los sacerdotes de la antigüedad que no debían permitir que la lámpara se apagase. Nunca debía faltar el aceite para las lámparas, como nunca debe faltar la presencia del Espíritu Santo en nuestras vidas.
El rey David decía “no quites tu Santo Espíritu de mí” después de pecar. La parábola de las vírgenes imprudentes nos hablan de las lámparas sin aceite y su consecuencia y el pasaje que leímos nos indican de que no se debe apagar, que hay que buscar el aceite, y debe ser permanentemente.
Declaración
Señor, ruego que nunca falte tu presencia en mi vida. Entiendo que es un deber, una obligación, buscarte en oración, en tiempos a solas contigo, en lectura de tu palabra. Sé que es un deleite. Hoy declaro que mantendré mi lámpara encendida y que alumbraré a otros
Día
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