domingo, 5 de junio de 2016

Día 156 El Cordero del Sacrificio

 
Isaías 53:6.......Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.  Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, 
enmudeció, y no abrió su boca.

El Señor, nuestro Dios, enseñó a los israelitas un medio, una forma en la cual ellos podrían entrar en el tabernáculo y recibir perdón, reconciliación y paz. Esto era logrado por medio del sacrificio de un cordero sin defecto alguno, el cual se debía ofrecer creyendo que al imponer las manos sobre él y declarar los pecados, éstos pasarían al Cordero, el cual moriría  en lugar del hombre pecador.

Ese cordero sin defecto tipifica a Jesucristo nuestro redentor.

El hombre convencido de haber ofendido a Dios se acercaba a la puerta del tabernáculo con el inocente cordero, le explicaba al portero cuál era su pecado. Éste revisaba al cordero y lo dejaba pasar a la siguiente estación, un altar encendido en llamas. En ese lugar, después de imponer sus manos el hombre pecador sobre el inocente cordero, éste era sacrificado.

Y luego el cordero era colocado sobre el fuego donde se consumía por completo. Esto es considerado un holocausto y tipifica la muerte de Jesús, el cordero de Dios que cargó sobre sí todos nuestros pecados y fue sacrificado en una cruz. El altar del sacrificio tipifica la cruz.

Levíticos 6:9 dice: "y diles: Esta es la ley del holocausto: el holocausto estará sobre el fuego encendido sobre el altar toda la noche, hasta la mañana; el fuego del altar arderá en él."

El libro de Hebreos, en el capítulo nueve, explica que esos sacrificios eran un símbolo y que ellos no quitaban el pecado sino eran un ejemplo de lo que siglos después, nuestro redentor haría cargando sobre su cuerpo nuestros pecados.

Hebreos 9:9 dice: "Lo cual es símbolo para el tiempo presente, según el cual se presentan ofrendas y sacrificios que no pueden hacer perfecto, en cuanto a la conciencia, al que practica ese culto."

Jehová nuestro Dios nos enseña hoy que el medio de entrar en su gloria, en los cielos (su tabernáculo verdadero) es a través de un verdadero arrepentimiento, la confesión de pecados, y el creer en el sacrificio de Jesús, aceptándolo como el único medio de salvación. !No hay otro!

"Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros."

Declaración 
Creo en el sacrificio perfecto de Jesús, el Cordero de Dios, que se ofreció así mismo sin mancha al Padre, para perdón de mis pecados. Creo que él ha limpiado también mi conciencia de obras muertas para poder servirle a Él.


Día

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